La gonalgia, comúnmente conocida como dolor de rodilla, es una afección frecuente que afecta a un número considerable de personas a escala global. La misma puede tener diversas manifestaciones y deberse a una gran cantidad de factores subyacentes.
De este modo, en este artículo se expondrá cuáles son las principales causas y síntomas de la gonalgia en las personas mayores.
Causas de la gonalgia
Las causas del dolor de rodilla o gonalgia en personas mayores, pueden atribuirse a una multitud de factores específicos, entre los que pueden señalarse las siguientes:
Osteoartritis de rodilla
La osteoartritis es una causa frecuente de dolor de rodilla en personas mayores. Se caracteriza por el deterioro gradual del cartílago que recubre las superficies articulares de la rodilla.
Con el tiempo, este cartílago se degenera, lo que resulta en contacto hueso con hueso dentro de la articulación de la rodilla. En consecuencia, esto provoca dolor, inflamación y rigidez. La osteoartritis es especialmente relevante en la población de edad avanzada debido al desgaste acumulativo experimentado a lo largo de los años.
Artritis reumatoide
Puede considerarse como otras de las más importantes causas del dolor de rodilla en personas mayores. Esta consiste en una enfermedad autoinmune que repercute en las articulaciones, pudiendo ocasionar una inflamación crónica en la rodilla, lo que a su vez genera un dolor persistente y movilidad limitada.
Bursitis
La bursitis de rodilla representa otros de los motivos a qué se debe el dolor de la rodilla. Esta afección implica la inflamación de la bolsa sinovial dentro de la rodilla, lo que produce molestias y una mayor sensibilidad en la articulación.
Peso excesivo
La obesidad puede provocar una mayor tensión en las articulaciones de la rodilla, lo que además puede desencadenar en que se agudice el dolor de rodilla en personas mayores.
Lesiones previas
Las lesiones previas, tales como fracturas mal curadas o cirugías ortopédicas pasadas, pueden contribuir significativamente a la gonalgia en personas de edad avanzada. Las repercusiones de estas lesiones pueden perdurar a medida que uno envejece, lo que provoca molestias crónicas en la articulación de la rodilla.
Desgaste generalizado de las articulaciones
A medida que las personas envejecen, sus articulaciones tienden a sufrir un proceso degenerativo generalizado, que contribuye al desarrollo del dolor de rodilla. Este desgaste es un componente inherente del proceso natural de envejecimiento.
Trastornos metabólicos
Hay ciertos trastornos metabólicos, como la gota, que tienden a aumentar la vulnerabilidad al dolor de rodilla en personas mayores en vista de que afectan las articulaciones de la rodilla.
Síntomas de Gonalgia
La manifestación de gonalgia en personas mayores está caracterizada por una variedad de síntomas que pueden tener un impacto sustancial en su calidad de vida.
Estos síntomas son distintos de la afección y exhiben diversos grados de intensidad de persona a persona. Es imperativo comprenderlos para facilitar un diagnóstico preciso de la enfermedad y proporcionar el tratamiento adecuado:
Dolor de rodilla
El dolor en la rodilla es el síntoma más destacado de gonalgia en la población de edad avanzada. Su intensidad puede variar, desde un dolor sordo persistente hasta una gonalgia aguda que se incrementa con la actividad. Puede manifestarse en una o ambas rodillas e impactar la región anterior o el área que rodea la rótula.
Inflamación
La rodilla afectada tiende a hincharse, provocando una pronunciada sensación de edema y un aumento del volumen articular. Las respuestas inflamatorias suelen ir acompañadas de temperatura elevada y eritema localizado.
Movilidad reducida
La gonalgia puede provocar rigidez en la articulación de la rodilla, lo que dificulta el rango completo de movimiento para la flexión y extensión de la pierna. Esto puede plantear desafíos al realizar actividades como caminar, subir escaleras o levantarse de una silla. En tales casos, suele recomendarse el uso de dispositivos de asistencia, como andaderas.
Crujidos o chasquidos audibles
En ciertos casos, el movimiento de la rodilla afectada puede producir crujidos o chasquidos audibles. Estos sonidos suelen ser indicadores potenciales de degradación del cartílago dentro de la articulación.
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