La fatiga crónica es una enfermedad neurológica que de una forma gradual va ocasionando repercusiones en el sistema inmunológico, endocrino y cardiovascular.
En este artículo se explicará cómo ayudar a que un adulto mayor que padezca el síndrome de fatiga crónica tenga una mejor calidad de vida.
¿Qué es la fatiga crónica?
También conocida como encefalomielitis miálgica, la fatiga crónica es una enfermedad en la que en particular se manifiestan algunos síntomas como fatiga prolongada y pérdida de la memoria.
Algunos de los principales síntomas que pueden manifestar los adultos mayores son malestar general por más de 24 horas, dolores de cabeza o migraña, trastornos o dificultades para dormir, faringitis, entre otros, tales como dificultad para poder concentrarse o poder recordar información.
¿Cómo ayudar a una persona que padece fatiga crónica?
Entre los principales síntomas de fatiga crónica que manifiestan las personas se puede observar un agotamiento excesivo.
Lo peor es que, incluso si descansan, puede llegar a ser difícil que muestren alguna clase de mejoría.
En este sentido, las personas con esta enfermedad pueden manifestar diversos niveles de fatiga crónica, que van desde el hecho de tener muchas dificultades para realizar las actividades que antes hacían sin mayores inconvenientes, hasta aquellos casos en los que estos ancianos tienen un nivel de agotamiento físico y mental.
Existen situaciones en las que estas personas necesitan permanecer en un estado de reposo durante casi todo el día.
Algunas de las recomendaciones para ayudar a un adulto mayor con fatiga crónica son las siguientes:
Evitar la desnutrición y el sobrepeso
Una adecuada alimentación en la fatiga crónica es vital. Por lo tanto, los ancianos que padecen esta enfermedad deben recibir un control nutricional para evitar sufrir de obesidad o desnutrición, así como consumir suplementos alimenticios.
Asimismo, tienen que evitar comer grasas o lácteos de origen animal, siendo recomendable que consuman productos de origen biológico.
Realizar actividades de relajación
Al sufrir fatiga crónica, hay que evitar hacer ejercicios que requieran de mucho esfuerzo físico.
Sin embargo, hacer actividades de meditación y yoga puede ser muy útil para prevenir que surja algún tipo de atrofia muscular y otra enfermedad neurológica o reumática, así como también evitará que estos ancianos puedan padecer estrés.
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